GREENPEACE se presenta ante el mundo como una organización ecologista holandesa de carácter internacional dedicada a la “Protección del medio ambiente y la ecología”, según reza su Objeto Social con el que figura inscrita en el estatuto de su fundación en el registro de la Inspección General de Justicia Argentina (IGJ).
Si cualquier persona o grupo se atreve a cuestionar el calentamiento global y la ortodoxia del gran cambio climático, los clérigos verdes primero intentarán desacreditarlos – normalmente saltando sobre la mesa y apuntando sus caras con el dedo derecho de la vergüenza, y exclamando: “¡Usted es financiado por las grandes petroleras!”
Esto lo hace todo más irónico, cuando usted considera quienes fundaron, en primer lugar, y más tarde administran, la gran bandera verde de guerra para el movimiento “verde” moderno.
Según rezan sus estatutos, a fin de “mantener su total independencia, Greenpeace no acepta dinero procedente de empresas, gobiernos o partidos políticos. Nos tomamos esto muy en serio, y controlamos y devolvemos los cheques cuando provienen de una cuenta corporativa. Dependemos de las donaciones de nuestros simpatizantes para llevar a cabo nuestras campañas no violentas para proteger el medio ambiente”.
Sin embargo, dicho lema no incluye los generosos donativos que habitualmente recibe de grandes fundaciones y organismos sin ánimo de lucro que, curiosamente, pertenecen a grandes familias y magnates vinculados al petróleo, la banca, los medios de comunicación e, incluso, la automoción.
¿Cómo es posible?
¿La ONG ambientalista por excelencia financiada con el dinero que genera algunos de los sectores productivos más contaminantes del planeta?
Greenpeace cuenta con múltiples filiales repartidas por todo el mundo, pero una de las más poderosas e influyentes a nivel mundial es, sin duda, la sede ubicada en EEUU. La franquicia de Greenpeace cuenta con cuatro caras: Greenpeace Foundation, Greenpeace Fund Inc., Greenpeace Inc. Y Greenpeace Vision Inc.
Según Activist Cash (creado por Center for Consumer Freedom, una importante asociación de consumidores estadounidense), Greenpeace ha recibido importantes donativos de las siguientes fundaciones:
Rockefeller Brother´s Fundation: 1,15 millones de dólares
Desde 2000 a 2008 la fundación de la familia Rockefeller ha financiado a Greenpeace con 1,15 millones de dólares. La fortuna de los Rockefeller procede del negocio petrolífero.
John D. Rockefeller fundó la empresa petrolera Standard Oil, que llegó a monopolizar el negocio del crudo a principios del siglo XX. Sin embargo, el Gobierno de EEUU acusó a la compañía de monopolio y decretó su división en 34 empresas, aunque los Rockefeller mantienen su presencia en las mismas.
La más famosa es, actualmente, Exxon Mobil Corporation, una de las mayores multinacionales petroleras del mundo. Los descendientes de John D. Rockefeller son accionistas de Exxon Mobil. Aunque minoritarios poseen todavía una importante influencia y peso en la compañía. Los Rockefeller también tienen presencia en grandes bancos como JP Morgan Chase & Co (Chase Manhattan Bank) o City Bank que, a su vez, poseen participaciones en grandes petroleras internacionales.
Marisla Foundation: 460.000 dólares
Dicha fundación también es conocida bajo la etiqueta de Homeland Foundation. Fue fundada en 1986 por la poderosa familia Getty. J. Paul Getty fundó la petrolera Getty Oil, ahora en manos de la rusa Lukoil.
Turner Foundation: 450.000 dólares
Turner Foundation fue creada por Robert Edward Turner en 1990. Ted Turner es uno de los grandes magnates de la comunicación en EEUU, dueño de conocidas cadenas de televisión como CNN, TNT y AOL Time Warner, entre otras. Su aportación a Greenpeace, 450.000 dólares en apenas tres años.
Charles Stewart Mott Foundation: 199.000 dólares
Charles Stewart Mott fue el padre del tercer grupo industrial de mayor producción de automóviles de todo el mundo: General Motors. Antes de declararse en quiebra -en junio de 2009-, este grupo fabricaba sus vehículos bajo marcas tan paradigmáticas y poco contaminantes como Buick, Cadillac, Chevrolet, GMC, GM Daewoo, Holden, Opel, Vauxhall o el famoso Hummer.
En definitiva, no deja de sorprender que una de las organizaciones ecologistas más activas contra la emisión de CO2 a la atmósfera acepte suculentas sumas de dinero de algunos de los principales referentes del sector petrolífero y automovilístico a nivel mundial. Sobre todo, si se tiene en cuenta que Greenpeace abandera grandes campañas acusando a los escépticos del cambio climático de recibir dinero del sector petrolífero o grandes compañías industriales.
En la actualidad los Rockefeller han anunciado su intención de retirarse del mundo de la explotación petrolífera. Como buenos alumnos, hemos aprendido... Y NO NOS CREEMOS NADA. Entonces, ¿Qué será que se traen entre manos?
FUENTES:
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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