En el post anterior hablamos acerca de las 7 cabezas de la bestia
escarlata. Ahora quiero referirme un poco al complicado tema de los 10 cuernos,
aunque también hablaré acerca de las otras bestias de varias cabezas que aparecen
en Revelación y Daniel.
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martes, 27 de enero de 2015
sábado, 24 de enero de 2015
REVELACIÓN 17-18
REVELACIÓN 17
1. Y vino uno de los siete ángeles que tienen las siete copas y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostraré la sentencia contra la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas,2. con la cual fornicaron los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra fueron embriagados con el vino de su fornicación.3. Y en espíritu me llevó a un desierto: y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres de blasfemia, que tiene siete cabezas y diez cuernos.4. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro y piedras preciosas y perlas, sosteniendo en su mano una copa de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación;5. y en su frente estaba escrito un nombre: Misterio: Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.6. Y vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y al verla, me asombré con gran asombro.7. Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombraste? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la lleva, la que tiene las siete cabezas y los diez cuernos:8. La bestia que viste, era y no es, y está a punto de subir del abismo, y va a perdición. Y los que moran en la tierra, cuyo nombre no ha sido escrito desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán al ver a la bestia que era y no es, y estará presente.9. Aquí está la mente que tiene sabiduría: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales se sienta la mujer;10. y también son siete reyes: cinco cayeron, el uno es, el otro aún no ha venido, y cuando venga, debe durar poco.11. Y la bestia que era y no es, ella es también el octavo, y es de los siete, y va a perdición.12. Y los diez cuernos que viste son diez reyes, los cuales aún no han recibido reino, pero recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia, por una hora.13. Estos tienen un mismo propósito, y entregan su poder y autoridad a la bestia.14. Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con Él son llamados, y elegidos, y fieles.15. Me dijo: Las aguas que viste, donde se sienta la ramera, son pueblos y multitudes y naciones y lenguas.16. Y los diez cuernos que viste, y la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda, y devorarán sus carnes, y a ella la quemarán con fuego;17. porque Dios puso en sus corazones hacer lo que Él se ha propuesto, y hacer que se pongan de acuerdo, y den su reino a la bestia, hasta que se hayan cumplido las palabras de Dios.18. Y la mujer que viste es aquella gran ciudad, la cual tiene dominio sobre los reyes de la tierra.
REVELACIÓN 18
1. Después de estas cosas vi a otro ángel descender del cielo, teniendo gran autoridad, y la tierra fue iluminada con su resplandor.2. Y clamó con voz potente, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia, y se convirtió en morada de demonios y guarida de todo espíritu inmundo y encierro de toda ave inmunda y aborrecible!3. Porque todas las naciones han bebido del vino ponzoñoso de su fornicación, y los reyes de la tierra fornicaron con ella, y los mercaderes de la tierra se enriquecieron con el poder de su lujuria.4. Y oí otra voz procedente del cielo, que decía: ¡Salid de ella pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!5. Porque sus pecados han sido apilados hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.6. ¡Pagadle como ella pagó, y dadle el doble según sus obras! ¡Vertedle el doble en la copa que ella vertió!7. Cuanto se glorificó y vivió en lujuria, otro tanto dadle de tormento y llanto; pues dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda, y jamás veré duelo.8. Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: muerte, duelo y hambre; y será consumida con fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la juzgó.9. Y los reyes de la tierra que fornicaron y vivieron en lujuria con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean la humareda de su incendio,10. estando en pie de lejos, a causa del temor de su tormento, dirán: ¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, ciudad fuerte, en una hora vino tu juicio!11. Los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque nadie comprará ya su cargamento:12. cargamento de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de perlas, y de lino fino, y de púrpura, y de seda, y de escarlata, y de toda madera olorosa, y todo objeto de marfil, y todo objeto de madera valiosa, y de bronce, y de hierro y de mármol,13. y de canela, y de especia, e incienso, y mirra, y olíbano, y de vino y aceite, y de flor de harina y trigo, y de bestias de carga, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de esclavos, y de almas de hombres.14. La fruta de la codicia de tu alma se apartó de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas se te desvanecieron, y nunca jamás las hallarán.15. Los mercaderes de estas cosas, que se enriquecieron a costa de ella, se detendrán a lo lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,16. diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estuvo vestida de lino fino, y de púrpura, y de escarlata, y adornada con oro, y piedras preciosas, y perlas,17. porque en una hora fue arrasada tanta riqueza! Y todo timonel, y todo el que navega de sitio en sitio, y los marineros, y cuantos trabajan en el mar, se pararon a lo lejos,18. y viendo la humareda de su incendio, gritaban diciendo: ¿Cuál es semejante a la gran ciudad?19. Y echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaban llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad! ¡Todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron con su opulencia, y en una hora fue desolada!20. ¡Alégrate, oh cielo, sobre ella, y también vosotros santos, apóstoles y profetas, porque en ella Dios ha juzgado vuestra causa!21. Y un ángel fuerte levantó una piedra, como una gran piedra de molino, y la echó al mar, diciendo: ¡Así, con ímpetu, será arrojada Babilonia, la ciudad grande! ¡Que nunca jamás sea hallada!22. ¡Que nunca jamás sea oído en ti tañido de arpistas y de músicos, de flautistas y de trompetistas! ¡Que nunca jamás sea hallado en ti artífice de oficio alguno! ¡Que nunca jamás sea oído en ti sonido de molino!23. ¡Que nunca jamás alumbre en ti la luz de la antorcha! ¡Que nunca jamás sea oída en ti la voz del esposo y de la esposa! Porque tus mercaderes fueron los magnates de la tierra, Y con tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.24. Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido asesinados en la tierra.
jueves, 22 de enero de 2015
EL BIEN, EL MAL, EL PECADO, LA MUERTE, LA LEY Y LA GRACIA
En este post quiero hacer lo que puede
parecer como una brevísima pausa (aunque tiene TODO A VER), para explicar
algunos conceptos básicos que sé han sido totalmente retorcidos y malinterpretados,
porque no se puede levantar una pared con ladrillos mal hechos. Necesitamos
entender correctamente las cosas para llegar a un razonamiento final válido y
verdadero.
EL
BIEN Y EL MAL
En el huerto del Edén había dos árboles
particulares: el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal y el Árbol de la Vida.
Vean bien: si uno se opone al otro, tenemos que el “Árbol de la Ciencia del
Bien y del Mal” es el “Árbol de la Muerte” (esto está confirmado por el hecho
de que comer de él provoca la muerte, no se trata de un simple silogismo). ¿Por
qué el hombre elegiría la muerte en lugar de la vida? Creo yo que para
nosotros, hoy, la diferencia resulta MUY EVIDENTE, tanto que nos hace dudar de
la inteligencia de Adán y Eva (que era muy superior a la nuestra actual). Pero
pensemos con la mente de ellos: si bien sabían qué era la vida, LA MUERTE AÚN
NO HABÍA ENTRADO EN LA TIERRA. Ellos no sabían lo que era la muerte,
exactamente, ni mucho menos todas las consecuencias que implica.
Sabemos que el Árbol de la Vida es un tipo
de Cristo, por lo que el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal es un tipo de
Satanás. Cuando el hombre cayó y eligió el árbol prohibido (el que lo mataría,
qué suicidio) DESCUBRIÓ LA DIFERENCIA ENTRE “BIEN” Y “MAL”. La gente siempre insiste
en que el bien y el mal son conceptos relativos (LEA EL POST AQUÍ), pero
aquí vemos claramente que estos conceptos han sido colocados DENTRO del ser
humano desde su caída.
EL
HOMBRE CONOCE LA DIFERENCIA ENTRE EL BIEN Y EL MAL.
SABE
PERFECTAMENTE QUE SON OPUESTOS.
Y
TAMBIÉN SABE PERFECTAMENTE QUE YAHVEH AMA EL BIEN.
Por lo tanto, cuando en la Biblia leemos que se refiere a “un justo”, se trata de una persona
que TENIENDO EN SÍ LA CAPACIDAD DE ESTABLECER LA JUSTICIA (DIFERENCIAR EL BIEN
DEL MAL), ELIGE EL BIEN. No se trata de una persona “perfecta” ni justa por sí
misma, sino de una persona QUE RECONOCE LA DIFERENCIA. Los que eligen el camino
del mal son los impíos.
“Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno,
No hay quien entienda,
No hay quien busque a
Dios...”
Romanos 3:10-11
PRACTICAR
EL BIEN ES BUSCAR EL ROSTRO DE YAHVEH
“Pero en cuanto a mí, el
acercarme a Dios es el bien”
(Salmo 73.28)
Aquellos que NO BUSCAN AL Señor, mismo que
no practiquen cosas malas, NO SON CONSIDERADOS JUSTOS. ¡ATENCIÓN! No estoy
diciendo que sean considerados injustos en el sentido “humano” de estos
conceptos, pero si “portarse bien y ser buena persona” alcanzara para salvar a
los humanos, ¿Yahshua para qué vino? ¡Ah, los hombres, son como niñitos,
siempre creyendo que consiguen atarse los cordones solitos! Estos no son
colocados en el mismo nivel que aquellos que practican el mal, pero aún así NO
HAY JUSTICIA EN ELLOS. Digamos que tienen la mitad del camino recorrido. Su
inclinación “natural” los lleva a elegir el bien, pero se niegan a elegirlo
“por completo”, ya que EL BIEN ES YAHVEH DIOS.
“Porque cuando los gentiles, que no tienen Ley, hacen por naturaleza cosas de la Ley, éstos, no teniendo Ley, son ley para sí mismos; los cuales MUESTRAN LA OBRA DE LA LEY ESCRITA EN SUS CORAZONES, dando testimonio juntamente su conciencia; y acusándolos o defendiéndolos sus razonamientos”Romanos 2:14-15
Esto es lo que el mundo conoce como “moral”
o “ética”, y que Yahveh llama “Ley”: el conocimiento “teórico” de la diferencia
entre lo bueno y lo malo. El conocimiento “práctico” ya es otra cosa. Todos los
pueblos del planeta tienen códigos morales o éticos por los que rigen sus
sociedades, y aunque varíen un poco unos de otro de acuerdo a las costumbres,
BÁSICAMENTE TODOS RESPETAN LOS MISMOS DIEZ MANDAMIENTOS. El resto de las leyes
que conforman el cuerpo jurídico (y por lo tanto, el ético y moral) de cada
cultura se basan en estos 10 puntos básicos. Si hoy por hoy no vemos tanto que
esto sea así es por el cambio drástico en la manipulación mental que la
humanidad ha sufrido en las últimas décadas, algo que, como bien sabemos,
obedece a un plan premeditado: DESACREDITAR LA LEY (ÉTICA) ES DESACREDITAR AL
QUE LA COLOCÓ EN EL CORAZÓN DE LAS PERSONAS (YAHVEH).
Con todo esto Dios deja claramente
demostrado que el hombre caído, aún habiendo adquirido la “ciencia” del bien y
del mal, no obtuvo provecho ninguno, porque el “árbol” en sí (Satanás) estaba
inclinado al mal. Veamos: conocer la diferencia entre el bien y el mal no es
algo negativo. Pero conocer esa diferencia y elegir el mal, provoca la
muerte. Al comer de ese árbol, el hombre “decidió” su camino: seguiría el
camino que Satanás, su nuevo dueño, le indicara, y del Príncipe de este mundo nunca
puede salir nada de bueno.
¿No saben que si ustedes se presentan a alguien como esclavos obedientes, entonces son esclavos de quien están obedeciendo; si obedecen al pecado que los lleva a la muerte, u obedecen a YAHWEH que los lleva a ser justificados? Romanos 6:16
Explico todo esto para que se entienda que,
en aquella época, cuando la Ley NO HABÍA SIDO AÚN ENTREGADA al pueblo
especialmente preparado para recibirla, YA EXISTÍA EL CONCEPTO DE BIEN Y DE
MAL. Porque, si no existe la ley, ¿cómo se juzgará? Cada uno es libre de hacer
lo que quiera. “Porque la Ley produce
ira, pero donde no hay Ley, tampoco hay trasgresión” (Romanos 4:15). Y sin
embargo, sí hay una “ley” dentro de cada uno (eso que modernamente
llamamos conciencia) que indica siempre la diferencia entre bien y mal, y eso
es imposible negarlo.
EL
PECADO Y LA MUERTE
Existe entre los creyentes el concepto de
que el hombre ya nace pecador. En verdad, la Biblia nunca dice eso. La palabra
dice que el hombre nace “en pecado” (Salmo 51.5), que es un concepto diferente.
Digamos que es como que nace “contaminado” pero todavía no “enfermo”. Tiene
dentro de sí mismo la capacidad de pecar (cosa que el hombre original no
tenía), PERO MIENTRAS NO COMETA SU PRIMER PECADO, NO ESTÁ MUERTO. “El alma que pecare, ésa morirá”
(Ezequiel 18:4). La capacidad de pecar es hereditaria, y el pecado provoca la
muerte.
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por
medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos 5:12
Dios ordenó a Adán y Eva que no comieran de
aquel árbol porque si así hicieran “ciertamente morirían”. Sin embargo, los dos
comieron pero continuaron vivos. En la Biblia, cuando se habla de “muerte” se
quiere significar “separación de Yahveh” (separación de la vida). En
contraposición, cuando se quiere decir que alguien murió físicamente, se dice
que “durmió” (porque se trata de una separación momentánea, como el sueño).
Esta muerte (provocada únicamente por el pecado) interrumpe la natural relación
entre Dios y el hombre. Así como tenemos un órgano llamado “boca” para hablar,
tenemos un órgano llamado “espíritu” con el cual nos comunicamos con Yahveh.
Este órgano, con el primer pecado, MUERE, y la persona queda irremediablemente
separada de Dios, sin posibilidad de acercarse a él... a menos que vaya a
través de Yahshua. Yahshua es la puerta que Dios dispuso para llevarnos
nuevamente a Él.
Cuando nacemos de nuevo, recibimos “el Espíritu de adopción, por
el cual clamamos: ¡Abba! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de
que somos hijos de Dios” (Romanos
8.15-16). Gracias a este Espíritu podemos comunicarnos nuevamente con el Padre.
LA
LEY Y LA GRACIA
La Ley es el medio por el cual Dios
demostrar a la humanidad que era irremediablemente pecadora. Los conceptos de
“bien” y “mal” que ya mencionamos conforman su base: “Hoy mismo llamo por
testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante
la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida, para que
vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19).
Esto es más o menos como decirle a alguien:
“Dentro de la botella azul hay agua, pero dentro de la botella verde hay veneno.
NO TOMES DE LA BOTELLA VERDE, O MORIRÁS”. ¿Debía Yahveh haber eliminado el
árbol del medio del Edén, como muchos dicen para que el hombre no cayera en la
tentación de comer de él?
1) Adán no era un bebé sino un adulto.
2) Tenía un coeficiente intelectual 100 veces o más superior al nuestro.
3) Había sido creado con la intención de que dominara la tierra.
4) Satanás no debía aún ser expulsado de la tierra.
Satanás es el árbol del bien y del mal.
Decir que Dios debería haber sacado el árbol de la tierra es lo mismo que decir
que debería haber sacado a Satanás del planeta sobre el cual (antes de su
rebelión) había recibido autoridad. La justicia es justa PARA TODOS... hasta
para Satanás. Por eso Dios es perfecto. Ya llegará el momento de expulsar a
Satanás también de la faz de la tierra, pero la decisión de cuándo sea ese
momento SÓLO LE CORRESPONDE AL JUSTO JUEZ. No será ni un segundo más ni uno
menos de lo que corresponda, se los aseguro.
Ahora bien, Dios entregó la Ley a su pueblo
separado ¿para qué? ¿Acaso no sabía que era IMPOSIBLE que la obedecieran? Si ya
antes de bajar Moisés del monte, Yahveh sabía que el pueblo ya había pecado: “Entonces YHVH dijo a Moisés: Anda,
desciende, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha
corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les ordené. Se han hecho
un becerro de fundición, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios.
Han dicho: Estos son tus dioses, oh Israel, que te sacaron de la tierra de
Egipto” (Éxodo 32:7-8). ¡Prácticamente antes de firmar el Pacto, ellos ya
lo habían quebrantado!
¿Será que Dios no sabía que eso sucedería?
CLARO QUE YA SABÍA. La intención de la Ley no era la de que nadie pudiese,
cumpliéndola, ser sin pecado (porque eso es imposible).
“Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; PERO DONDE NO HAY LEY, NO SE INCULPA DE PECADO... Así, LA LEY ENTRÓ PARA QUE EL PECADO ABUNDARA; pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como reinó el pecado para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, mediante Yahshua Señor nuestro”.
Romanos 5:13,20-21
La Ley era necesaria para que la gente
entendiera que el pecado estaba cometiendo transgresiones contra el bien. Sin
Ley, no hay transgresiones. Con la ley, todos saben cuáles son las reglas y las
consecuencias. Vemos que por el pecado de un hombre (Adán) la tierra se llenó
de pecado (transgresiones), pero por un único acto de justicia (de Yahshua)
millones de pecados fueron borrados.
“Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”.
Romanos 5:18-19
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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