11
Una vida útil para Yahweh
¿Por qué es que nosotros tenemos que sufrir tentaciones y pruebas? ¿Es cierto que Yahweh nos manda pruebas para ver si somos bastante fuertes para soportarlas? En 1 Corintios 10:13 Yahweh nos dice: "No les ha venido ninguna prueba que no sea humana; pero Elohim es fiel y no dejará que reciban pruebas mayores de las que pueden soportar, sino que junto con la prueba dará la salida, para que la puedan resistir".
Este versículo no dice: "Os dejará ser tentados para ver lo que podéis resistir". Yahweh ya sabe cuán fuertes somos. ¿Acaso Él no lo sabe todo? ¿Acaso es que Él tiene que probarnos para darse cuenta como somos? ¡Claro que no! Él ya lo sabe; somos nosotros los que no sabemos cuán fuertes somos en Él.
En el libro de Job dice que un día Satanás se presentó delante de Yahweh: "Yahweh le dijo al Satán: “¿Has notado a mi servidor Iyov (Job)? No hay nadie como él sobre la tierra, ¡un hombre intachable y recto que respeta a Elohim y se aparta del mal!” El Satán le respondió a Yahweh: “¿No tiene Iyov una buena razón para servirle a Elohim? Porque tú lo has cercado alrededor, a él y a su familia y todo lo que tiene. Has bendecido sus esfuerzos de modo que sus propiedades se esparcen por el país" (Job 1:8-10).
He aquí lo que pasó: Satanás quería tentarlo y hacerle caer. Le trajo toda clase de tentaciones, pero cuando llegó a Job encontró alrededor de él una cerca y no pudo alcanzarle. Job quería servir a Yahweh con todo su corazón, le había buscado y quería conocerle a fondo. Él estaba dentro de la voluntad de Yahweh.
Podemos ilustrarlo así:
Cuando Satanás llegó donde estaba Yahweh le dijo: "Es lógico que Job te sirva con fidelidad, porque tú no me has permitido hacerle nada". Yahweh le dijo: "Mira, hagamos una cosa: te hago un hueco en la cerca para que todo lo que él tiene esté al alcance de tu mano. Solamente, no pongas tu mano sobre él".
El Satán le respondió a Yahweh: “¿No tiene Iyov una buena razón para servirle a Elohim? Porque tú lo has cercado alrededor, a él y a su familia y todo lo que tiene. Has bendecido sus esfuerzos de modo que sus propiedades se esparcen por el país. Pero ponle la mano a todo lo que tiene y ciertamente te blasfemará en la cara”. Yahweh le respondió al Satán: “Mira, todo lo que él tiene está en tu poder; solamente no le pongas una mano a él”. El Satán salió de la presencia de Yahweh. (Job 1:9-12)
Yahweh había visto cuán fuerte era Job y calculó exactamente la prueba. Satanás podría destruir todo lo que Job tenía, pero no podría tocarle a él. Podemos ilustrarlo así:
Satanás volvió otra vez donde estaba Yahweh: "Yahweh le dijo al Satán: “¿Has notado a mi siervo Iyov? No hay nadie como él sobre la tierra, un hombre intachable y recto que respeta a Elohim y se aparta del mal. Todavía retiene su integridad; así que me has incitado contra él para destruirlo sin ninguna buena razón”. El Satán le respondió a Yahweh: “Piel por piel —todo lo que el hombre tenga lo dará por su vida. Pero ponle una mano sobre sus huesos y su carne, y ciertamente te blasfemará en tu cara”. Así que Yahweh le dijo al Satán: “Mira, él está en tu poder; solamente guarda su vida”. (Job 2:3-6)
Job había crecido con la primera prueba. Yahweh sabía que estaba más fuerte y abrió otra brecha en la cerca, diciendo a Satanás: "Puedes tocar el cuerpo pero no le quites la vida". Nuevamente, la tentación fue calculada exactamente según la fuerza de Job. Podemos ilustrarlo así:
En la primera prueba, es posible que si Yahweh le hubiera permitido a Satanás que tocara el cuerpo de Job, la prueba hubiera sido demasiado fuerte; quizás por ello Yahweh no se lo permitió. En la segunda prueba, Job ya había crecido bastante para permitírselo. Yahweh sabía exactamente qué fuerza tenía él.
Es bien claro que el propósito de Satanás era destruir a Job, pero Yahweh tenía otro propósito. Mientras Job estuviera dentro de la voluntad de Yahweh, nada ni nadie podría tocarle diferente a aquello que Yahweh había calculado y permitido previamente para la consecución de su propósito en la vida de Job.
Lo mismo pasa con nosotros; mientras permanezcamos dentro de la voluntad de Yahweh, estaremos totalmente seguros. Pero pobres de nosotros si quedamos sin la protección de Yahweh; Satanás puede venir con cualquier prueba, con cualquier tentación y destruirnos. Sin la protección de Yahweh no podremos resistir esos ataques. Podemos ilustrarlo así:
Si vivimos en la voluntad de Yahweh, el sólo hecho de encontrarnos en una prueba ya nos dice que podremos soportarla. Yahweh no la permitiría si no tuviésemos la fuerza para resistirla.
12
Cómo retener la sanidad interior
Ya has orado por tu pasado. ¿Cómo te sientes ahora? Puede ser que todo el dolor de tus heridas y traumas haya desaparecido, pero puede ser que no estés seguro del todo. Si fuese así, no digas que todo está bien, porque es sólo la verdad la que te hace libre. Pide que el Mashíaj te muestre si hay algo que todavía está reprimido dentro de ti.
Tú has sido sanado hasta el punto en el cual has podido abrirte y decirle a Yahweh la verdad en cuanto a tus dolores. Además, Yahweh sabía cuanto podías soportar durante esa primera experiencia. Por lo tanto, todo lo que pudiste aguantar, y todo lo que Él te mostró, era apenas el primer nivel de dolor que tú habías acumulado. Ahora, Él quiere llevarte a un nivel más profundo.
Sencillamente quédate quieto delante de Él y permite que te muestre lo que está en ese nivel. Confía en Él y Él te guiará con suavidad y cariño; Él quiere sanarte mucho más que lo que tú mismo puedes desear.
Si sientes que ya todo aquello en la lista ha sido llevado por el Mashíaj en la cruz, quémala o rómpela; no la guardes porque Yahshua ya te ha despojado de esa carga. Nada de lo que está escrito allí te pertenece a ti, todo es ahora propiedad de Él.
Si más tarde Satanás te dice: "Pero ¿es que no recuerdas lo que te han hecho?", puedes responderle sin temor y decirle: "El 12 de agosto (pon tu propia fecha) yo eché eso sobre el Mashíaj. Él lo llevó por mí en la cruz y eso ya no tiene nada que ver conmigo; si usted quiere hablar en cuanto a este asunto, hable con Yahshua. El problema ya no es mío y ¡yo no me meto en asuntos ajenos!". Luego ora: "Elohim Yahshua, gracias porque tu llevaste esa situación en la cruz por mí y me hiciste libre".
HÁBITOS AL PENSAR
Nosotros como seres humanos desarrollamos hábitos al pensar. Cuando recordamos algo o a alguien que nos causó dolor, al mismo tiempo recordamos el dolor en sí que tal persona o situación nos causó. Él hecho de que yo no pudiera desenvolverme bien con mi instructora de enfermería, que se parecía a mi maestra de tercer año de primaria, demuestra que yo ya había desarrollado un hábito al pensar en ella. Al ver su cara, instantáneamente mis pensamientos fueron: "Fracaso... temor... castigo".
Todos hemos desarrollado estos "hábitos de pensar". ¿Cómo podemos romperlos? La Biblia nos dice en Romanos 12:2: "No os conforméis a este siglo, sino trans-formaos, por medio de la renovación de vuestro entendimiento". Nosotros debemos tener nuestro enten-dimiento, o sea nuestra manera de pensar, renovado, cambiado.
Tal vez tú hayas tratado de romper el hábito de fumar. Ya sabes que un hábito no se rompe de un día para otro, hay que luchar; lo mismo pasa con nuestros hábitos de pensar. Entre más firme esté el hábito arraigado en ti, más tienes que luchar. ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cómo vas a romper esa manera de pensar? No se rompe sólo con decir: "Yo no voy a pensar más en esto".
Hay un aspecto muy interesante relacionado con la dinámica del pensamiento humano. Para decidirnos a olvidar algo, tenemos que recordarlo primeramente. Si digo: "Yo no voy a pensar más en esto", tengo que pensar precisamente en eso para decir que no voy a continuar haciéndolo. Tú no puedes decir sencillamente: "Yo no voy a recordarlo", porque ya has mentido.
Haz cuidadosamente el siguiente experimento. No pienses más en la palabra "pan". Ahora dime, ¿en qué estás pensando? En la palabra "pan", ¿no es verdad? Mientras más trates de no pensar en esa palabra, más vas a hacerlo.
Los pensamientos se parecen a la goma de mascar, la sacamos de una mano y se pega a la otra. Luego la sacamos de esta última y se pega en la primera; no podemos quitarla. Así sucede también cuando tratamos de cambiar el hábito de pensar.
Yahweh sabía que éramos así y nos dio la solución. Esta se encuentra en Filipenses 4:8: "En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, piensen en esto".
Lee el versículo otra vez y observa cuántos de los pensamientos enumerados son negativos. Ninguno de Ellos, todos son positivos. Debemos solamente pensar en lo positivo, es una orden de Yahweh, no una sugerencia. Es un mandato: "en esto pensad". Yahweh no nos "permite el lujo" de recordar y pensar en lo negativo.
Yahweh sabe cómo nos hizo. Él sabe que la única manera que tenemos de cambiar la vana manera de pensar o vivir que recibimos de nuestros padres (1 Pedro 1:18), es llenando nuestra mente con lo positivo. Pero esto es difícil de hacer. Si vemos a alguien que nos hizo daño, lo primero que pensamos es: "¿Te acuerdas lo que él te hizo?"
Haz otro experimento, hazlo con cuidado. No pienses en la palabra "pan", piensa en la palabra "agua". ¿En qué estás pensando ahora? Supongo que en la palabra agua. Como ves, la segunda palabra desalojó a la primera.
Cada persona tiene algo bueno en lo cual debemos concentrar nuestra mente. Esta es la única manera de librarnos de los pensamientos negativos y romper el "hábito de pensar" que hemos desarrollado.
Yo te desafío a que busques las buenas cualidades de cada persona que te haya causado un trauma. Cuando te des cuenta de que estás pensando negativamente acerca de ella, echa estos pensamientos sobre Yahshua y llena tu mente con pensamientos que reflejen las buenas cualidades de la persona. No te pido que niegues lo que te han hecho sino recuerda que no tienes que cargarlo, ¡échalo sobre el Mashíaj!
Él lo carga y tú quedas libre para llenar tu mente con todo aquello positivo. Es una orden de Yahweh, y Él sabe muy bien que es aquello que nos proporciona salud mental.
CÓMO VIVIR CON EL DOLOR Y LAS ANSIEDADES DIARIAS
Tú ya oraste en cuanto a todo aquello que te dolía. Pero ¿qué tal que alguien te haga algo mañana que te cause dolor nuevamente? ¿Qué vas a hacer en ese caso? Cada creyente debe realizar un proceso de auto-sanidad interior cada día. No niegues el hecho de que tú no puedes cargar lo que Fulana de Tal te hizo hoy, ni trates de olvidarlo; recuerda la escena y todo lo que sentiste. Tal vez ya no puedes recordarlo todo, entonces pide a Yahweh que te lo traiga a la memoria. Di la verdad.
"Elohim, cuando él dijo _____________________ sentí _____________________ y aún siento __________________________. Yo no puedo soportarlo. Entra en esta escena, Mashíaj; yo lo echo sobre Ti. Por favor, llévalo en la cruz".
Cuando, por ejemplo, tu esposo llega enojado a la casa o tu esposa está de mal genio cuando tú llegas, di al Mashíaj exactamente cómo te sientes:
"Yo me siento como si _______________" (ejemplo: quisiera cogerla y sacudirla). Si es así como te sientes, dile al Mashíaj la verdad. No hay problema en que te sientas así.
La Biblia dice: "Airaos, pero no pequéis" (Efesios 4:26). Si estás enojado, dile la verdad a Yahweh. Sentirse enojado no es un problema para Yahweh; pues Yahshua murió también por tu enojo. Los problemas surgirán, más bien, como consecuencia de tu conducta frente a dichos sentimientos. Él ocultar a Yahweh lo que sientes y actuar inadecuadamente como consecuencia de ello, es lo que te acarreará dificultades, pero nunca la admisión sincera de tus sentimientos delante de Yahweh.
Con frecuencia oramos, "Yahweh, perdóname por haberme enojado", y luego nos tragamos todo lo que sentimos, tanto el enojo como el dolor que lo causó. Al día siguiente: hacemos lo mismo con otra dificultad. Día tras día lo repetimos, hasta que nos llenamos tanto de enojo y dolor que la más mínima cosa nos hace explotar y no podemos entonces entender por qué este asunto tan pequeño nos hizo reaccionar de una manera tan fuerte. Es por ello que Yahshua tiene que llevar tanto nuestro enojo como nuestro dolor, pero no puede llevarlos si no los entregamos a Él.
Dile ahora mismo la verdad:
"Elohim, yo no puedo con este enojo (o rabia) que siento. Yo estoy enojadísimo con __________________ por _________________________ y no puedo soportarlo. Mashíaj, aquí tienes mi enojo y mi dolor; todo lo que _________________ hizo es todo lo que siento. Yo no soy capaz de luchar con ellos, llévalos Tú y sáname. Lléname con tu perdón para que yo pueda extenderlo a él, porque en mí no existe ese perdón. Con Tu perdón, le perdono. Muéstrame a cambio, lo bueno que hay en él".
ECHANDO NUESTRAS ANSIEDADES SOBRE EL MASHÍAJ
La Biblia nos ordena echar todas nuestras ansiedades sobre Yahshua (1 Pedro 5:7). Todos quisiéramos hacerlo; tratamos de echarlas, pero siempre las recogemos de nuevo. ¿Cómo podemos hacerlo en forma definitiva? Tiempo atrás Yahweh me habló muy claro en cuanto a esto.
Yo siempre me imaginé que la fe era algo muy grande que le sobrevenía a alguien, en forma, digamos, como de nube. Esta se apoderaba de la persona, generando instantáneamente una clase de fe, que uno no tenía antes. Pero Yahweh me enseñó aquel día, que la fe es una decisión que yo debo tomar, de creer más en lo que Él me promete que en aquello que yo misma puedo sentir. Y esa es la fe verdadera: Creer más en lo que Yahweh nos promete que en lo que nosotros podemos sentir.
Ese día decidí echar sobre el Mashíaj mis ansiedades y creer lo que El me decía. "Yo voy a creer", le dije al Mashíaj, "Esta es mi decisión. Es cierto que yo no puedo sentir tu promesa, pero tú me has dado una promesa y escojo voluntariamente creerte a Ti, antes que a aquello que yo pueda sentir. Echo sobre Ti todos mis sentimientos y todas mis ansiedades".
De repente me sentí tan libre, tan bien, tan aliviada... pero dicha sensación duró tan sólo cinco minutos, pasados los cuales nuevamente me volvieron todos aquellos pensamientos y sentimientos, igual que antes. Una vez más oré, diciendo: "Elohim, yo escojo creer más a Ti que a lo que yo pueda sentir". Otra vez eché todo sobre el Mashíaj y me sentí nuevamente aliviada... pero tan solo por otros cinco minutos. De esa manera pasé todo el día echando toda mi ansiedad sobre Elohim. Cuando llegó la noche, logré estar tranquila por períodos de 10 a 15 minutos. Al día siguiente, tuve que empezar de nuevo; ya que era un hábito muy arraigado en mí.
Yahweh me mostró que Él me había sanado totalmente, cuando en 1982 mi esposo se accidentó gravemente en Alemania. Fue hospitalizado con contusiones cerebrales y tuve que contarle a mis hijos lo que había pasado. A pesar de ello, me sentí muy tranquila. Algún tiempo después, yo conté de nuevo esa experiencia, estando mi esposo presente. Él me dijo después: "¿Por eso estabas tan tranquila? Se te veía tan calmada que me parecía que aun ni te había importado el accidente". El hecho era que Yahweh me había sanado y me había dado esa tranquilidad.
Yahweh puede cambiar tus hábitos de pensar. El cambió los míos a pesar de estar tan arraigados. ¿Cuál es, entonces, la ansiedad que tú debes echar sobre Mashíaj? ¿Cuál es ese hábito que tienes al pensar, que te amarga tanto la vida? El llevó todos nuestros traumas; permítele ahora mismo que cambie tu manera de pensar.
GOZO EN MEDIO DE PRUEBAS
Muchas veces nos preguntamos: "Si Yahweh me ama tanto, ¿por qué me tiene en esta situación tan difícil? ¿Por qué no me saca de esta prueba? ¿Por qué tengo tantas tentaciones? ¿Por qué no hace algo?".
¡Él ya lo hizo! Cuando Yahweh nos creó, su intención era que viviéramos en el paraíso y nos dio la capacidad de vivir en ese ambiente. Nunca tuvo en sus planes que viviéramos en un ambiente como en el que nos encontramos ahora: lleno de conflictos, disputas, catástrofes, separaciones y angustias. Su plan era que nosotros permaneciéramos en el paraíso, donde todo fuese paz, gozo, entendimiento, y comprensión. ¡Ese era el plan original que Él tenía para todos nosotros!
Sin embargo, nosotros escogimos no permanecer allí al caer nuestra raza en pecado. Nos alejamos del plan de Yahweh y quedamos fuera de nuestro ambiente natural. Somos ahora como peces viviendo en un árbol o pájaros en el agua.
Yahweh hubiera podido lavarse las manos delante de nosotros, diciendo: "Ustedes se metieron en esto, ustedes verán cómo van a salir". Pero no lo hizo así.
Él vino a nosotros por medio de Yahshua ha'Mashíaj y nos rescató. El Mashíaj nos ha prometido que volverá y restaurará las circunstancias de nuestra forma de vivir conforme a su plan original y al medio para el cual fuimos creados. Nos sacará de este mal ambiente en el cual no podemos vivir.
Pero mientras eso ocurre, estaremos viviendo entre el tiempo de la cruz y el tiempo cuando Yahshua lo restaure todo. En tal transición, Él no nos ha dejado solos, pues Él está a nuestro lado, queriendo llevar nuestras cargas, nuestro dolor y nuestro afán. Él está más triste por nuestra condición que lo que nosotros mismos podemos estar. Él no quiso que sufriéramos así.
Siendo esa la verdad, ¿cuál debe ser nuestra actitud ante las pruebas y los problemas? Muchas veces hemos orado, diciendo: "Oh Elohim, quítame esta prueba; quítame esta tentación; no puedo soportarlo más". Sin embargo, observemos detalladamente lo que la palabra de Elohim nos dice en Santiago 1:2,12,17: "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas... Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Yahweh ha prometido a los que le aman... Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación".
Yahweh no nos manda algo que no sea bueno. Él nos dice que cuando nos encontramos en medio de pruebas, debemos aceptarlas con gozo. ¡Eso es exactamente lo opuesto de lo que hacemos! Cuando decimos: "Oh Elohim, quítame esta prueba", en realidad lo que estamos diciendo según el versículo 12 es: "Oh Yahweh, quítame la corona de vida". Porque lo que Yahweh dice es que, cuando hayamos resistido la prueba, recibiremos la corona de vida. Qué nos importa más: ¿tener la corona de vida que Él nos ofrece por toda la eternidad o tener ahora un poco de paz por unos días?
En realidad, le estamos diciendo a Yahweh: "Yahweh, no me importa la corona que Tú me vas a dar, yo quiero tener paz; quiero vivir bien aquí y no me importa lo que pase en el más allá. Quítame esa corona, porque yo no la quiero".
CONSOLANDO A OTROS
¡La consolación de Yahweh es tan diferente de nuestra consolación! Para consolar a alguien que esté pasando por un tiempo difícil, usamos frases tales como: "Ten paciencia".
Si bien es bueno que tenga paciencia, no le decimos cómo encontrarla. Le decimos: "Ten fe". Pero ¿que es la fe? Le decimos: "Ora". Pero ella ora y no pasa nada: Le decimos: "Da gracias por todo". Pero Yahweh dice (1 Tesalonicenses 5:18): "Dad gracias EN todo".
Dar gracias por todo y dar gracias en todo son dos cosas muy diferentes. Cuando yo enseñaba este curso de "sanidad interior" en el seminario, el padre de uno de los estudiantes murió asesinado por su cuñado, quien le apuñaló en el estómago. Pregunté entonces a los estudiantes: "Ahora, ¿que vamos a decirle a David? ¿Debe él dar gracias a Yahweh porque el cuñado mató a su padre? ¡Qué terrible sería hacerle dar gracias a Yahweh porque el cuñado asesinó a su papá!".
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¿Está usted listo espiritualmente? ¿Lo está su familia? ¿Está usted protegiendo adecuadamente a sus seres queridos? Esta es la razón de este ministerio, permitirle a usted primero entender el peligro que enfrenta, y luego ayudarle a desarrollar estrategias para advertir y proteger a sus seres queridos.
Si usted ha aceptado a Yahshua ha'Mashiaj como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesitará reiniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Yahshua ha'Mashiaj como su Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación.
Esperamos que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial que está por llegar (el Reino del Anticristo) en sus noticias diarias.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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